¿Y tú, dietas o...?

Vlad le hinca el diente a un trozo de carne cruda en un parque de Nueva York. No, no es el comienzo de ningun libro de jóvenes vampiros, es la práctica habitual de los seguidores, cada vez más de la dieta paleo. El creador de tal dice que se trata de comer como lo hacían nuestros antepasados, es decir, lo que podrías coger con una lanza en el bosque. Si te imaginas a Vlad llevando un taparrabos y saltando de liana en liana piensa de nuevo y piensa en un diseñador de paginas web de Manhattan (al que no podrías distinguir de entre la multitud de oficinistas) con traje gris, zapatos negros, cabello y barba cortitos; todo muy a la moda. El presupuesto de esta forma “ancestral y simple” de alimentarse es de unos 70 dólares americanos; nadie dijo que la carne orgánica de animales que sólo se ceban con hierba, tambien orgánica, o frutas y frutos secos libres de pesticidas fueran baratos.
Exactamente en ese mismo momento en la devastada Haiti un niño carga, lo que le permiten sus cortos brazos, con tantos paquetes de galletas energéticas desarrolladas epecificamente por el WFP para este tipo de eventos. Cada paquete de 100 gramos aporta 450 calorías, tiene vitaminas, proteínas y grasas y son bajas en azucar; es comida de supervivencia, la dieta del desatre. Cinco paquetes al día era la recomendación, pero en los días siguientes era tal el caos que pocos recibían suficiente, y los que lo hacían no recibían las intrucciones, así, unos comían sólo un paquete, otros todo lo que pillaban, El presupuesto de esta “moderna” forma de alimentarse es, probablemente menos de un dolar al día, pero nadie dijo que se puede elegir en un ambiente hostil, donde sobrevive el que come lo que sea.

Alevosía


Mierda, no puede ser, no puede ser!!! pensaba con el pulso a mil por hora. Esa tía le ha robado su cuerpo, con sus mismas proporciones y ese andar decidido que me vuelve loco... Pero...espera, espera un momento, también le ha quitado el perro? joder, es igual que el de ella, siempre saltando a su lado, fiel, buscando su verde mirada y una caricia que le calme; justo en el parque por el que siempre paseamos, nosotros, a la misma hora... No puede ser que justo hoy que tenía una reunión de trabajo que han cancelado a ultima hora vea a su lado a otro, con ella, viviendo mi vida... pero no, algo es diferente, porque ella le mira de otra forma, y le sostiene la mirada como hace tiempo hacía conmigo, y el la lleva cogida de la cintura, le susurra, le aparta el pelo de la cara rozando su piel erizada justo lo necesario para que un fresco y suave sonrojo aparezca en instantes que se me hacen eternos y me queman por dentro, y esa piel que en ella se vuelve tibia a mi se me quiebra sangrante, porque me doy cuenta de que no es su cuerpo el que han robado, sino el mío.