Complemento indirecto

Te encuentro; en el aroma del ascensor que me lleva a la calle, en la canción que escucho en la radio volviendo del trabajo, en los mails de respuesta automática que me escribes diciendo "estoy fuera de la oficina", en el contestador automático que me susurra "el buzón de voz del número al que llama está lleno", en tus palabras, nacidas de un agudo pitido que me piden que deje un mensaje después de oir la señal. Te siento en los platos aún calientes del lavavajillas que dejaste puesto, te veo en las conversaciones que tengo con tu reflejo de vaho en el espejo del baño. Me gusta alimentarme de los bordes de la pizza que quedan cuando ya has devorado el interior de sus límites. Me relajo en el agua tibia que permanece después de que hirviendo la hayas enfriado  con tu gélida esencia. Construyo un nuevo día lleno de rayos de sol con las cenizas que encuentro de la noche que has abrasado. Disfruto con el molde de tu cuerpo hecho de sábanas de algodón cuando ya has desaparecido. Sueño mi futuro mirando en los posos del café que has bebido intentando despertar de tu pasado.
Los opuestos se atraen; a veces se complementan tanto, que nunca se encuentran.

2 comentarios: