Complemento indirecto

Te encuentro; en el aroma del ascensor que me lleva a la calle, en la canción que escucho en la radio volviendo del trabajo, en los mails de respuesta automática que me escribes diciendo "estoy fuera de la oficina", en el contestador automático que me susurra "el buzón de voz del número al que llama está lleno", en tus palabras, nacidas de un agudo pitido que me piden que deje un mensaje después de oir la señal. Te siento en los platos aún calientes del lavavajillas que dejaste puesto, te veo en las conversaciones que tengo con tu reflejo de vaho en el espejo del baño. Me gusta alimentarme de los bordes de la pizza que quedan cuando ya has devorado el interior de sus límites. Me relajo en el agua tibia que permanece después de que hirviendo la hayas enfriado  con tu gélida esencia. Construyo un nuevo día lleno de rayos de sol con las cenizas que encuentro de la noche que has abrasado. Disfruto con el molde de tu cuerpo hecho de sábanas de algodón cuando ya has desaparecido. Sueño mi futuro mirando en los posos del café que has bebido intentando despertar de tu pasado.
Los opuestos se atraen; a veces se complementan tanto, que nunca se encuentran.

Lady Ganga


Reformada recientemente. Abuhardillada en madera oscura natural, suelo radiante y paredes firmes en tonos tierra. Exterior, amplia y muy luminosa en zona tranquila y a poca distancia de los lugares de ocio. Es un poquito calurosa en verano y fría en invierno, pero dispone de una bomba de calor extra. Muy bien amueblada con detalles adquiridos en diferentes partes del mundo que se complementan a la perfección.  Ambiente agradable que anima a cocinar, coser, leer, escribir, pensar o inventar. Ideal para los que se divierten experimentando, ya que se puede disfrutar de alguna cena con los amigos y alguna que otra  fiestecilla. Plantas naturales aromáticas de fácil mantenimiento, que con un poco de luz y agua crecen espléndidas. 
No se pide contrato, nómina, ni aval; sólo un acuerdo verbal en el que des tu palabra de que la cuidarás como si fuese tuya, y que serás el responsable de reparar los desperfectos que aparezcan con el tiempo causados por el uso y disfrute diario, para que esté tan bonita como ahora.

Islas y avenidas

Subió al taxi después de rechazar la invitación de aquel extraño a pasar la noche en su casa, el mismo que le abrió la puerta no tanto como un gesto amable, sino aceptando la derrota ante su insistente rechazo. Cuando se sentó en el mullido asiento, aún estaba impregnada del olor de otra oferta más sutil, pero mas significativa. Al cerrar la puerta dejó en el oscuro tumulto al extraño con la mano extendida mirándola para no olvidar el victorioso cansancio que adornaba su cara, y  murmurando un ojalá te vuelva a ver a plena luz del día en medio de Gran Vía, cuando creas en mis intenciones y te repita que eres la chica más bonita que he visto por los alrededores. Ella le dejó de mirar sabiendo que no debía subestimar las intenciones de un extraño, si de quien no se fiaba era de si misma. En el instante que susurraba indecisa su destino se vio repentinamente transportada a la paz de una isla  llena de suaves melodías y olores de atardecer, y abrochó embriagada el cinturón de su estrenada inseguridad a los ojos que la observaban desde el reflejo de las olas que tocaban tímidamente sus pies. Se relajó y durante 19 minutos sólo quiso disfrutar de ese momento, dejarse conmover por algo pasajero y guardar el recuerdo idealizado de las emociones maduras que no se han corrompido porque no les ha dado tiempo a caducar. Antes de bajarse me dio unos billetes aún mojados en mar, y cuando quise buscarla de nuevo en el asiento de atrás, solo encontré una caracola y la silueta de su cuerpo dibujada por la sal. 



Para disgustos, los picores.

A unos les pica la curiosidad, a otros los mosquitos, a otros la entrepierna. Hay a gente a la que le pica el trabajo, a otros la parienta, a otros el bolsillo. Algunos tienen urticaria a la vida, al amor, o enquistada en el alma. Para paliar dichos efectos, unos comen ajos, otros se rascan, y otros se echan pomada; los hay que rezan, cuentan ovejas o van al médico.
Según un estudio de campo, estos son algunos casos de comportamientos patológicos derivados del picor:
1 El vampiro: ser etéreo sin sexo definido, espalda, ojos ni conciencia, al que nunca le pica nada pero se divierte con el picor ajeno, siendo habitualmente el causante de dicho picor. Este ser, por supuesto, nunca come ajos.
2 El silencioso: el que aún omitiendo el picor, consigue ser rascado por ese "alma caritativa" que termina convencida de poseer los medios para rascar lo que cree que le pica al otro; se siente necesaria; y corre el riesgo de no poder dejar de rascar nunca, hasta que el otro se cansa y cambia de uñas.
3 El infeliz: uno de los más comunes, y del que debemos alejarnos tan rápido como cada uno pueda, es ese al que por mucho que le rasquen, o se rasque, siempre le picara algo, y lo peor de todo, lo comunicara insistentemente a todos los que le rodean para intentar contagiar su picor, dar pena por no poder paliar dicho picor, o en el peor y más común de los casos, conseguir hacer sentir culpable del picor a todo el que se encuentra en su radio de picor.
Y recuerden tres cosas: 
Si rascan por curiosidad, en el mejor de los casos pueden ganar algo en la tombola de turno, y en el peor, que les pique con mas fuerza 
Nunca deben rascar si no les pica nada. Si al que le pica es a otro, recomiéndele que coma ajos.
El que diga que sarna con gusto no pica, o es masoca, o nunca la ha tenido.